La Virgen Roja es una película de drama e histórica (está basada en una historia real) dirigida por Paula Ortiz.
En el largometraje se cuenta la vida de Hildegart Rodríguez y su madre, Aurora, una historia real que ocurrió en los años anteriores a la Guerra Civil Española. Aurora era una mujer inteligente y obsesiva que parió a Hildegart como un experimento que quería llevar a cabo: crear una niña prodigio que cambiara el mundo, sin más propósito que ese.
Guion del artículo
Crítica de la película
Antes de nada, lo primero que quiero decir es que no conocía esta historia, la cual me parece muy potente para llevarla al cine, y que tras saber de ella creo que la película podría haber sido mucho más destacable.
Al principio de la película vemos al personaje de Aurora Rodríguez, una madre autoritaria y con unos ideales claros: tener una hija que educar con la máxima supervisión y un plan perfectamente detallado para lograr una niña prodigio que consiga cambiar el mundo conforme a su pensamiento. Este personaje está interpretado por Najwa Nimri, actriz que sabe personificar perfectamente esta manera de ser de Aurora y con la que llegamos a percibir cómo pudo ser el día a día de la joven Hildegart.
Coincido con muchas otras opiniones de la película sobre el físico de las actrices, ya que al buscar fotografías reales de Aurora y Hildegart Rodríguez no es un cuerpo delgado lo que les hace justicia, y que choca precisamente con el ideario de la película y la defensa feminista de las mujeres reales de no destacar a ninguna persona por su imagen, sino por su talento.
En lugar de ello, volvemos a ver cuerpos normativos en una historia que realmente no los tenía. Una pérdida de oportunidad al volver a anteponer el físico de las mujeres a una historia que, además, tiene como protagonista a Hildegart, que reivindicó la figura femenina. Es algo que no nos extrañaría al ver a personajes representados como Churchill.
La otra gran protagonista de La Virgen Roja es Hildegart Rodríguez, interpretado por Alba Planas, y que en principio también concuerda con la personalidad del personaje, aunque a mí personalmente me hubiera gustado un cambio más brusco de la actriz al final, ya que en los momentos en los que se revela contra su madre no se transmite del todo esa necesidad de ser escuchada.
También quería mencionar el tema del contexto social de la historia real, ya que en la película se pasa muy por encima y que es importante para entender también la vida de estas dos mujeres. La sociedad se encuentra en pleno cambio con la proclamación de la república y la caída de la monarquía, y así se hace ver en algunas escenas, pero lo que más vemos es cómo la protagonista acude a asambleas del partido socialista y se enamora de Abel Velilla (Patrick Criado).
Faltarían más logros de Hildegart Rodríguez, que no fueron pocos, ya que las escenas en las que la criada, Macarena (con una gran interpretación de Aixa Villagrán), ayuda a la joven y en los que el editor Guzmán (Pepe Viyuela) muestran su interés por sus obras son buenas escenas, pero cortas (teniendo en cuenta la duración de casi 2 horas que tiene la película).
En definitiva, es una buena historia real que podría haber tenido una presentación más potente, con mejor guión y no con diálogos tan rígidos (que entiendo que es la mejor manera de trasladarnos el autoritarismo que reinaba en esa casa, pero siento que falta algo). La película se centra demasiado en la relación entre madre e hija y obvia el contexto en el que se sitúa e incluso los propios sentimientos más profundos de la protagonista, ya que no debió ser nada fácil hablar de feminismo, y mucho menos de sexualidad, y destacar en aquella época.
Por lo demás, los encuadres, la puesta en escena, el reparto, el vestuario y el montaje de la película o el sonido no tiene pegas. Enhorabuena a Paula Ortiz por llevar una historia a la pantalla, que muchas personas, entre las que me incluyo, no conocíamos.
Explicación del final de La Virgen Roja
La explicación del final es muy sencillo: como era de sospechar, Hildegart Rodríguez sigue su propio camino y rechaza la autoridad de su madre de decirle cómo tiene que actuar, qué tiene que pensar, cómo tiene que vestir o si puede o no enamorarse.
En la película se plantea que el detonante de que la joven se revele contra su madre es precisamente este, el de ser libre para hacer lo que quiere: el deseo de estar con Abel Velilla y de continuar con su futuro, ya que H. G. Wells le ofrece la oportunidad de viajar a Londres como su secretaria y separarse así de su madre.
Al final de La Virgen Roja vemos cómo Aurora Rodríguez mata a su hija con la intención de evitar que se vaya de su lado y, por tanto, al ver cómo el plan tan detallado que tenía ya no tiene sentido. Así se expresa al final de la película: una vez el plan no ha podido llegar a su término, es necesario acabar con él. Y como Hildegart Rodríguez fue concebida por su madre como un plan para cambiar el mundo, matarla fue su último fin al no haberlo conseguido.
Un final que podría ser más dramático y al que le vuelve a faltar algo, ese aliento poético que podríamos haber sentido más si se hubiera ahondado con más profundidad en la psicología del personaje. En esa escena final del funeral en forma de procesión vemos el llanto auténtico del personaje que interpreta Patrick Criado y la tristeza reflejada en los actores Aixa Villagrán y Pepe Viyuela.
Las frases finales que pronuncia Najwa Nimri estremecen, como esta historia que parece mentira que ocurriera de verdad.
¿Dónde se grabó la película?
El rodaje se hizo en los meses de julio y agosto de 2023 en Madrid. Algunos de los lugares que aparecen en La Virgen Roja son la Puerta del Sol, el Ateneo de Madrid o el Palacio de las Cortes, con escenas muy bien grabadas y sorprendentes.
Periodista. Cinéfila que no puede dejar de decir «brutal» cuando alucina con una película, generalmente de esas que dicen que son raras. 📽️