Que Dios nos perdone (2016) es el segundo largometraje de Rodrigo Sorogoyen (su primero, Stockholm, totalmente recomendado), en colaboración con quien es su habitual compañera en el guion Isabel Peña (que por cierto, película o serie que hacen ambos, disfrute garantizado).
El argumento de la película se centra en un verano de 2011 en Madrid, momento en el que surge un asesino en serie y violador de mujeres mayores, en plena visita del papa Benedicto XVI y con la crisis económica y el movimiento 15-M de contexto. Así, dos policías se centrarán en la búsqueda del psicópata sin levantar demasiado la atención.
Reparto
La película cuenta con un reparto impecable que incluye a los actores Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Luis Zahera, Mónica López o Javier Pereira.
La película completa se puede ver online en Netflix y Prime Video.
Crítica de Que Dios nos perdone
Que Dios nos perdone recuerda a otras películas españolas del momento en un profundo interés por los thrillers, como la también recomendable Tarde para la ira (también de 2016), de Raúl Arévalo.
En esta película el escenario de Madrid se plantea como protagonista, debido a la llegada del Papa o el movimiento del 15-M; pero realmente no es lo que define el relato, ya que, aunque en el tráiler pareciera que estos acontecimientos influyan directamente en la trama, lo cierto es que no llegan a tener mucho peso.
Los actos ponen su grano de arena principalmente en la urgencia por resolver el caso, que mantiene a los dos policías en tensión durante todo el filme, y que sirve para crear tensión. Pero lo que importa son los dos personajes principales, Alfaro y Velarde, de los que Sorogoyen y Peña nos muestran detalles de su vida privada, cómo son sus relaciones amorosas y su temperamento ante otras situaciones.
De hecho, el asesino está presente en su mayor plenitud al final de la película, pero da la sensación de que sus delitos no ocupan gran parte del largometraje a favor de que veamos cómo son los policías: uno más agresivo y echado pa’lante, y otro mucho más tímido e introvertido. Aquí hay que destacar la actuación de Antonio de la Torre, que borda la interpretación de tartamudo.
Así, Que Dios nos perdone es una cuenta atrás que nos prepara para el descubrimiento del asesino (un inquietante psicópata interpretado por Javier Pereira que en pocos minutos de película consigue transmitir un ambiente de decadencia). En cierto modo el transcurso de la trama es molesto, incómodo por saber las atrocidades que el asesino está realizando, pero también porque vamos viendo escenas violentas de los dos policías, que sin matar a nadie, también tienen momentos de violencia.
El montaje y la cámara juegan con planos generales y primeros planos a medida que la tensión va aumentando, y la banda sonora, sin ser entrometida, te prepara para lo que pasará.
Explicación del final
La explicación del final da lugar a una interpretación abierta, ya que cuando el asesino mata a Alfaro, que lo descubre en plena escena del crimen buscando la medalla que se había dejado para no dejar pruebas; es cuando llega Velarde. Éste consigue atraparlo y controlarlo, pero no sabemos su final: si lo entregará a las autoridades o acabará matándolo.
En definitiva, un segundo largometraje de Rodrigo Sorogoyen que ya apuntaba maneras, como Stockholm, y una buena preparatoria de lo que sería posteriormente la serie Antidisturbios, con un manejo excelente de la tensión y del guion junto a Isabel Peña. ¡No se separen!
Nominaciones y premios
Que Dios nos perdone consiguió hasta 6 nominaciones en los Premios Goya, incluyendo el de mejor película, guion original y dirección, y ganando finalmente el premio a mejor actor protagonista por Roberto Álamo.
Ganó el premio a mejor guion en el Festival de San Sebastián, por Sorogoyen y Peña. Asimismo, la película fue nominada a mejor dirección de montaje en los Premios Platino 2017.
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Periodista. Cinéfila que no puede dejar de decir «brutal» cuando alucina con una película, generalmente de esas que dicen que son raras. 📽️