Amaia está experimentando por primera vez la vivencia de ser madre, sin saber demasiado qué es lo que implica y cómo hacerlo. Su pareja tiene que irse por trabajo unas semanas, por lo que toma la decisión de mudarse ese tiempo con sus padres, en un pueblo costero del País Vasco. Esperará que sus padres la ayuden con su hija, pero ella también tendrá que cuidar de sus padres.
La película de Alauda Ruiz de Azúa estuvo nominada a 11 Premios Goya, entre los que se encontraban Mejor Película y Mejor Dirección Novel, y 7 Premios Feroz.
Guion del artículo
Reparto
- Laia Costa es Amalia, la protagonista.
- Mikel Bustamante es Javi, la pareja de Amaia.
- Susi Sánchez es la madre de Amaia (ya habíamos hablado de la actriz en La enfermedad del domingo).
- Ramón Barea es el padre de Amaia.
Crítica de Cinco lobitos
Cinco lobitos es un repaso por la maternidad en general, tanto de padres a hijos como de hijos a padres. En la primera película de la directora española Alauda Ruiz de Azúa seguimos de cerca a Amaia, que acaba de ser madre y, tras la ausencia de su pareja para ayudarla con la tarea de cuidarla, decide irse con sus padres.
Éstos tratan de quitarle hierro al asunto, pero en Amaia vemos el malestar, la inquietud y la preocupación de no haber cuidado antes a un bebé, los peligros que puede conllevar no haber dormido bien durante días y el cansancio de estar pendiente las 24 horas del día para atender sus necesidades básicas.
El tratamiento de las relaciones personales
En la película se tratan dos tipos de relaciones: la de la familia, que no se elige; y la de la pareja, que sí. Así, cuando Javi, la pareja de Amaia, tiene que ausentarse, ésta experimenta una crisis en su relación, debido a la falta de ayuda del padre de la niña, y su completa dedicación a ella (tanto que tiene que abandonar y posponer el trabajo, mientras su compañero continúa su carrera laboral).
También vemos la relación de pareja con respecto a los padres de Amaia, descubriendo que han pasado por malas rachas como infidelidades, falta de afecto y cariño, discusiones, y un largo etcétera de una pareja que lleva unida muchos años. Esta larga experiencia se contrapone con la de la protagonista, que ve en sus padres una posible visión de lo que puede ser la relación con su novio en el futuro.
Amaia descubre que sus padres no son solo sus padres, sino personas independientes con sus propias vivencias y problemas, al igual que ella no es solo su hija. Así descubre la infidelidad de su madre, por ejemplo, y cómo hay cosas que han ocultado porque forma parte de la vida misma y de las relaciones personales.
Lo que no se dice
Cinco lobitos tiene mucha profundidad en el guion, pero mucho más en los silencios y en lo que no se dice. Las miradas entre los personajes, los gestos, las paradas y los silencios nos acercan mucho más a cada uno de ellos, con un buen trabajo por parte del reparto.
Así, vemos a cada personaje su forma de reaccionar a distintos acontecimientos felices o extremadamente dramáticos que se van sucediendo en el largometraje. La forma en que Javi le comunica a Amaia que su madre ha muerto, cuando la protagonista le dice a su padre que no podrán quedarse mucho más tiempo allí, cómo la madre de Amaia reacciona al ver a un antiguo amante… Cada escena es un nuevo descubrimiento de aspectos de la vida cotidiana que no sueles reflexionar por la rapidez de la misma, como un abrazo sincero o una mirada.
Crítica feminista
Un aspecto que trata la película con mucho acierto son los roles de género, y cómo la maternidad y los cuidados terminan cayendo siempre en manos de las mujeres, sin ningún ápice de extrañeza. Amaia renuncia a su trabajo y carrera profesional, mientras que Javi acepta trabajos de última hora a pesar de que acaba de ser padre y su pareja lo necesita más que nunca.
Todo esto sucede de forma muy natural, sin que los padres, que son los personajes que conocemos más a fondo en este caso, se extrañen por la ausencia de Javi o por el visible enfado y molestia de Amaia con su pareja cada vez que él vuelve tras unas semanas.
Así, no solo se muestran los cuidados en lo que los hijos se refiere, sino también cuando Amaia tiene que hacer frente a cuidar de su madre, con todo lo que ello conlleva: pensar las comidas, acudir a la compra, lavarla, etc. Incluso es la madre de Amaia quien le comenta a ésta cómo gestionar el papeleo y la situación cuando ella muera, de cómo dejar todo bien preparado para que su padre pueda continuar su rutina sin ella. Me parece especialmente dura esta escena, ver cómo alguien que se está muriendo ha dejado todo planificado para que se note lo menos posible su ausencia, dado todo el cargo que tiene.
De esta forma vemos cómo los hombres continúan su vida, siguen con su carrera profesional o sin preocuparse de dónde está un plato, por poner un ejemplo, mientras que ellas tienen que saberlo para que la vida siga adelante.
El acierto de Cinco lobitos está precisamente en esto, en mostrar la vida cotidiana tal y como es, con sus cosas buenas, sus cosas malas, y alejar la idealización de la maternidad, pues es difícil para Amaia y lo fue para su madre, como lo ha sido en las vidas de las personas antes y ahora.
Sin duda, Cinco lobitos se suma a otras grandes películas que el cine español nos ha dado en el año 2022, como Alcarràs, As Bestas o Mantícora o Los renglones torcidos de Dios.
Periodista. Cinéfila que no puede dejar de decir «brutal» cuando alucina con una película, generalmente de esas que dicen que son raras. 📽️