Elisa y Marcela es una película de Isabel Coixet basada en hechos reales y protagonizada por Natalia de Molina y Greta Fernández.

Elisa y Marcela: una historia real que lucha contra el amor prohibido  

Elisa y Marcela es una película de drama basada en hechos reales, dirigida por la directora española Isabel Coixet en 2019.

El largometraje narra las vivencias de Elisa Sánchez Loriga y Marcela Gracia Ibeas, dos mujeres que consiguieron casarse en España en el año 1901, cuando la homosexualidad estaba mal vista y prohibida y el matrimonio entre personas del mismo sexo no era legal.

Puedes ver online la película Elisa y Marcela en Netflix. Aquí te dejo su tráiler:

Reparto

En la película Elisa y Marcela destaca el siguiente reparto:

  • Natalia de Molina hace de Elisa.
  • Greta Fernández es Marcela.
  • Sara Casasnovas interpreta a Ana, hija de Elisa y Marcela.
  • Tamar Novas es Andrés, habitante del pueblo.
  • María Pujalte interpreta a la madre de Marcela.

Historia de Elisa y Marcela

Alerta spoiler: si no has visto la película Elisa y Marcela, puedes tragarte algún spoiler a continuación.

Elisa y Marcela es una historia real que aconteció en España a finales del siglo XIX y principios del XX, en la ciudad de A Coruña en 1898.

En el año 1885, Marcela y Elisa se ven por primera vez en la escuela. La película nos muestra un día lluvioso en el que Marcela llega empapada al colegio, y Elisa la ayuda a secarse: es donde empieza una amistad en la que pronto se darán cuenta de que sienten algo más la una por la otra, a pesar de las consecuencias y de lo peligroso de ese amor en la época.

Tras verse varios días y pasar más tiempo juntas, los padres de Marcela comienzan a darse cuenta de su estrecha relación y envían a su hija, Marcela, a un internado en otra región del país para separarlas. Sin embargo, ambas siguen estando en contacto por carta, donde manifiestan el sufrimiento por no verse y la necesidad de estar juntas. Son escenas en las que Natalia de Molina y Greta Fernández aparecen relatando lo que escriben en las cartas, con unas frases rompedoras en las que vemos reflejado el dolor que sienten.

Tiempo después, Marcela vuelve a reencontrarse con Elisa y estas se arriesgan a vivir juntas, momento en el que la película de Isabel Coixet nos muestra los insultos, las miradas y los comentarios de los habitantes del pueblo en el que se encuentran: por ejemplo, los continuos ofrecimientos del personaje de Andrés, interpretado por Tamar Novas en los que invita a bailar a Marcela y posteriormente la acosa para que siga quedando con él, a sabiendas de que ella no está interesada.

Conscientes de que no pueden continuar con esa situación, Marcela y Elisa idean un plan para estar juntas sin que nadie las agreda: Elisa se irá unos días del pueblo para fingir que va a visitar a su familia a La Habana, en Cuba; y volverá con el aspecto de un hombre, el inventado Mario (un primo de Elisa que vive en Inglaterra), para poder contraer matrimonio con Marcela. Pero esto no saldrá como pretenden y ambas terminarán siendo descubiertas, teniendo que huir a Portugal para no ser detenidas por las autoridades españolas.

Crítica de la película Elisa y Marcela

Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, comienza en un terreno de campo en Argentina, en el año 1925. Ahí aparece una mujer hablando con Marcela tras varios años, que acabamos conociendo que es su hija, tras haber pasado toda su vida con sus padres adoptivos en Portugal, que ayudaron a las protagonistas a huir a Argentina para no ser encarceladas en España.

La crítica de Elisa y Marcela para mí es buena. La narración y montaje en blanco y negro de la película me parecen compuestos con un gran estudio: apenas vemos momentos juntos entre Elisa y Marcela cuando oímos las cartas que se escriben en la distancia, pero intuimos cómo ambas se han expresado sobradamente lo que sienten con miradas, caricias o juegos.

«Mi miedo a no verte, o a de que un día no contestes más», las frases que se escriben estremecen y reflejan la impotencia de quienes no pueden estar juntas aun siendo lo único que desean. Y es que soportan agresiones, insultos, burlas y vejaciones por el hecho de vivir juntas. Acoso por parte de los habitantes del pueblo y hasta tener que fingir con algún hombre un baile para no ser descubiertas.

Las represalias llegan hasta la persecución de Elisa y Marcela por parte de la justicia, incluido en Portugal reciben una orden de extradición a Galicia para ser juzgadas y condenadas hasta 20 años de cárcel. Ni siquiera el embarazo de Marcela pudo enmascarar la situación, teniendo que abandonar a su hija para darle un futuro mejor, lejos de una sociedad retrógrada y homófoba.

La escena final representa el motivo de esta historia: la hija de Marcela pregunta a su madre si realmente soportar todo ha merecido la pena, cuando aparece Elisa y vemos en ambas la sonrisa y el cariño con el que se tratan. Sí, para ambas mereció la pena.

Al final de la película los créditos nos recuerdan que el matrimonio homosexual fue aprobado en España en el año 2005 y que en 72 países sigue siendo ilegal. Además, en más de 10 países está penado con múltiples años de cárcel hasta cadena perpetua y en otros países incluso con pena de muerte.

Libro y adaptación al teatro

El romance de Elisa y Marcela cuenta con su propio libro: Narciso de Gabriel escribió esta historia en la obra Elisa y Marcela. Amigas y amantes, cuya primera edición fue en 2019 y cuenta en el prólogo con la propia directora Isabel Coixet.

La historia real de estas dos mujeres lesbianas también se ha llevado al teatro en el Teatro del Barrio en Madrid, con la dirección de Gena Baamonde y la interpretación de Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, que destacan en el reparto. Esta representación ambientada en 1901 ha obtenido varios premios, como el Premio María Casares 2018 a Mejor espectáculo, Mejor dirección, Mejor texto original y Mejor actriz protagonista por Areta Bolado.

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