Hay algunas ocasiones en las que se produce una conjunción de acontecimientos curiosos que hacen a una serie de personajes destacables participar en un proyecto común. Es el caso de esta película en la que en dirección tenemos al delicioso Blake Edwards; en reparto, al elegante David Niven y al hilarante Peter Sellers; en vestuario, al efectivo Yves Sant-Lauren; en la banda sonora, el icónico Henry Mancini y en animación al genial Fritz Freleng.
Si se suman todos estos elementos se obtiene una película maestra, iniciadora de una incansable saga cinematográfica que continuará hasta el hartazgo.
Guion del artículo
Datos de la película
- Género: comedia, crimen y policíaco.
- Director: Blake Edwards.
- Reparto: David Niven, Peter Sellers y Robert Wagner.
Argumento
Edwards relata la historia de la Pantera Rosa, un diamante de gran tamaño y valor que pertenece a la familia real de algún país asiático. Ahora propiedad de la Princesa Dala, el viaje de esta a un pueblo alpino para una fiesta la convertirán en objetivo del ladrón internacional de gran prestigio: el Fantasma, perseguido por el patoso Inspector Closeau que desconoce que tras la identidad del mangante se encuentra Sir Charles Lytton.
Puedes ver el tráiler de La pantera rosa aquí:
Crítica de La pantera rosa
La película empieza con una introducción al nombre de esta para proseguir con los geniales créditos iniciales de una graciosa pantera antropomorfa que tan exitosos fueron y tan emblemáticos que dieron lugar a una serie animada de humor slapstick de larga duración. El director luego nos presenta a los personajes principales. El fantasmagórico asaltante es el protagonista indudable del filme, interpretado por un seductor y arrebatadoramente elegante Niven que no es de extrañar que interpretara a James Bond años después. Resulta incluso cómico.
Las interpretaciones de sus compañeros no son peores, exceptuando la de Wagner que realiza el papel de chico enamorado tras las faldas de una bella mujer, lo que no constituye un gran reto interpretativo y es de lo más pobre, a no ser que vaya disfrazado de gorila. Las actrices resultan bastante destacables, pero no dejan de ser personajes secundarios cuyo texto no tiene gran relevancia si no es seguido por un cuerpo bonito, por desgracia, y un maniquí bien proporcionado con una grabadora haría un trabajo similar, sin duda peor, pero parecido.
Sellers está que se sale con sus meteduras de pata, muy bien conseguidas, que parecen ser fortuitas y no fruto de un guion (la escena del sombrero). Su personaje toma el protagonismo de esta obra con fuerza, sobre todo al final, donde la historia parece olvidarse del Fantasma y prefiere centrarse en las peripecias del Inspector.
Indudablemente, el final es la mejor parte de una película ascendente que nunca decae. Es más, el principio es un poco flojo escalando posiciones para convertirse en una producción elemental de la comedia. Las escenas del caballeresco policía francés con las bengalas o su persecución a los gorilas son desternillantes. Únicamente es superada por la cebra-espía que hace lo que puede la pobre y que, de tres apariciones, es capaz de insuflar carcajadas.
La conclusión es, a pesar de todo, un tanto cruel con el Inspector Closeau: su mujer lo abandona y siempre lo había engañado con Lytton; y es condenado a prisión temporalmente, pero encerrado, al fin y al cabo.
Una parte que llama especialmente la atención es la de la canción improvisada de Mejor Esta Noche que se empieza a escuchar interpretada por una mujer que no vuelve a aparecer, con su coreografía y todo. Se agradece porque está bastante bien, pero no deja de ser una interrupción de la trama principal. Entretenida también es la escena de la cama, donde el pobre inspector podría descubrir el engaño, pero dada la duración de la cinta, el público sabe las pocas posibilidades de que esto se haga realidad y no deja de ser una serie de disparates solo posibles a la paupérrima visión periférica del policía galo.
En resumen, Pantera Rosa se trata de una película más que entretenida y que significa una de las más grandes comedias de la época. Muy recomendable desde el punto de vista cinéfilo y aun para pasar un rato divertido de pasatiempo. No es un cimiento que vaya a cambiar la concepción filosófica del mundo y presenta unas profundas metáforas, pero es un más que una agradable joya de entretenimiento que consigue sus objetivos ampliamente.

Historiador y friki. Amante del cine. Sus películas favoritas son «El padrino» y «La naranja mecánica». Le encanta que las películas te dejen pensando.