Escena de la serie Berlín, secuela de La casa de papel y producción de Netflix.

Crítica de Berlín: intento a seguir siendo La casa de papel

La serie Berlín es una secuela de la serie La casa de papel, que debido a su gran éxito internacional estaba claro que continuarían por alguna parte. En este caso el equipo ha construido los inicios de Berlín, el personaje artífice de los planes de robo y el líder de la banda.

Crítica de Berlín

Es inevitable realizar comparaciones de la serie principal siendo esta una secuela, y lo que más se echa de menos, obviamente, son los personajes. No porque no sean los mismos, que eso está claro que no podía ser, sino por la diferencia del elenco, que comparado con el de La casa de papel deja un poco que desear.

Los actores, exceptuando al matemático, son todos jóvenes, precisamente para que dentro del grupo encajen subtramas amorosas que den más juego a la serie y acaben por complicar algo más la trama, y por tanto, el plan de robo de las joyas. Keila con Bruce y Cameron con Roi, Damián con una mujer que está en el campamento de caravanas y Berlín con Camille, el romance no pierde papel en esta serie, un recurso repetitivo que ya habíamos visto.

En esta ocasión el motín es un conjunto de 14 joyas de gran valor que están por llegar a una cámara acorazada en París para realizar una subasta, por lo que el grupo se traslada a un hotel que está en frente del organizador del transporte, François Polignac. Así, su objetivo es espiarlo para saber cuándo ha llegado la última de las joyas y emprender el plan de incautación de las mismas. En la serie Berlín de Netflix sigue estando el factor de planificación que tanto me fascinaba de La casa de papel, aunque las escenas en las que el grupo escuchaba con toda atención al protagonista se me quedaban algo cortas. No sé si es por la costumbre, pero veía más potencia en la serie antecesora.

Paralelismo con La casa de papel

Berlín guarda cierto parecido con La casa de papel en torno a los personajes. Por ejemplo, Cameron recuerda a Tokio, ambas mujeres jóvenes con un pasado amoroso del que huyen y a quienes no les importa usar la violencia. Keila podría ser la figura de Río, dados sus conocimientos tecnológicos y su timidez al principio.

El cambio de Berlín

En la serie Berlín se muestra más receptivo, no tan brusco ni rígido con el plan, y el claro ejemplo es que se enamora de Camille, mujer de François. Lejos de alejarse de ese amor imposible, es capaz de arriesgar el plan y poner en peligro al grupo para conquistar a Camille, cosa que nunca hubiera hecho el Berlín de La casa de papel.

Así, vemos la personalidad antecesora del personaje de Andrés de Fonollosa, que en este momento también desconoce la enfermedad crónica que tiene. No obstante, el personaje sigue conservando la elegancia, escrúpulos y ego que lo caracteriza.

Escena de la serie Berlín, secuela de La casa de papel y producción de Netflix.
Escena de la serie Berlín, secuela de La casa de papel y producción de Netflix.

El final: ¿segunda temporada de Berlín?

El final de Berlín da lugar a que la serie de 8 capítulos no se quede ahí. La ultima escena de la serie muestra a Berlín y Damián asistiendo a lo que parece un ensayo de una corrida en una plaza de toros, en la que Berlín le dice que ha habido un contratiempo y ha perdido su parte del botín, por lo que será necesario planificar otro robo. Damián admite que se le estaban haciendo largas las vacaciones (aunque él sí que tiene otra vida, al ser profesor), por lo que nos da a entender que habrá una segunda temporada de la serie con, al menos, Tristán Ulloa y el propio Pedro Alonso en el reparto.

Y es que nos falta saber muchas cosas: por qué usan nombres de ciudades (en este caso se limitan a usar otros nombres), cómo llega la figura del profesor a los planes de Berlín… Veremos qué pasa.

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