Escena del desfile de la película de Pompoko, de Studio Ghibli.

Crítica y explicación de la película Pompoko, de Studio Ghibli

Pompoko es una película de animación producida por el japonés Studio Ghibli, estrenada en 1994. Se trata de la novena película del estudio, y la tercera dirigida por Isao Takahata, después de La tumba de las luciérnagas (1988) y Recuerdos del ayer (1991). 

En japonés es 平成狸合戦ぽんぽこ (Heisei Tanuki Gassen Ponpoko), que literalmente quiere decir “La guerra de los mapaches Heisei Pompoko”. Así, en algunos países a la película de Pompoko se le llama La guerra de los mapaches.

Sinopsis

El largometraje de animación se centra en la ciudad de Japón, cuando experimenta un gran crecimiento a nivel económico y de población. La construcción está en auge y las áreas residenciales aumentan sin freno, situación que perjudica al bosque y territorio en el que se encuentran los tanuki, una especie de mapaches, que ven amenazado su ecosistema. Se puede ver en Netflix. 

Crítica de la película

Alerta spoiler: si no has visto la película Pompoko, puedes tragarte algún spoiler a continuación.

Los tanuki son unos perros mapache o especie de perros típicos de Japón, figuras que son las protagonistas de Pompoko y que forman parte del folclore japonés. La narrativa gira en torno a estos tanukis, que luchan por preservar su hogar de los avances de la urbanización. La población de mapaches está desesperada por mantener su territorio, por lo que recurren a diversas artimañas para ahuyentar a los humanos que amenazan con destruir su hábitat.

La película comienza con un tono alegre, presentando con una voz en off narradora a los tanukis en sus formas más caricaturescas y divertidas. Sin embargo, a medida que avanza la trama se profundiza en temas más serios y conmovedores, mezclándose el drama con la comedia en la película. 

Es de destacar en este sentido las grandes escenas en las que estos mapaches toman forma humana e incluso monstruosa. La astucia de los animales para tratar de frenar la expansión económica de la ciudad los lleva a organizar un gran desfile de monstruos, fantasmas y criaturas mágicas que sorprenden y atemorizan a la población. Este festival tanuki está lleno de transformaciones en cuerpos con distintas formas y colores, que da un espíritu juguetón y cómico a la película. 

Escena del desfile de la película de Pompoko, de Studio Ghibli.
Escena del desfile de la película de Pompoko, de Studio Ghibli.

Pero lo triste de la historia es que a pesar de cada uno de los intentos que hacen el grupo de mapaches para ahuyentar a los trabajadores y humanos del bosque, éstos sortean todas las situaciones por muy extremas que parezcan. Llega hasta tal punto que hasta un complejo de parque temático se inventa que el desfile que se ha visto por las calles es obra de dicha empresa, dejando estupefactos a los animalillos.

Así, los mapaches no tienen otra al final que adaptarse a la vida de las personas: algunos integrados en la sociedad transformándose en humanos, otros aprovechándose de la comida y basura que arrojan. El fin es la convivencia con lo que es inevitable, que se asemeja a la situación actual con el cambio climático. 

La animación de la película es genial, sobre todo en la parte mencionada del desfile, con la que Studio Ghibli demuestra el manejo profesional de la creación de fotogramas y diseños, cuidando el detalle. 

La pega de esta película se la pongo en su duración: el mensaje queda claro y es profundo, pero la historia termina haciéndose bastante densa cuando repiten una y otra vez los distintos trucos que utilizan los mapaches para deshacerse de los humanos. Por eso me da la sensación de que está dirigida a un público japonés y no tan amplio, ya que el profundo tratamiento de la trayectoria y pasado del grupo de mapaches acaba por ser un tanto enrevesado en la película. 

Explicación de Pompoko

La película La guerra de los mapaches tiene un mensaje que cobra gran importancia hoy en día con la gentrificación y el cambio climático: esta historia tiene el significado de la lucha entre la modernización y la preservación de la naturaleza. A pesar de haberse estrenado en 1994, su significado sigue estando de actualidad. 

El director japonés Takahata usa la creatividad de los tanukis para abordar temas complejos como la pérdida de hábitat, la destrucción del medio ambiente y el inevitable avance del progreso. Hay escenas surrealistas en las que la película nos muestra la relación de la humanidad con la naturaleza, cuestionando los costes que tiene a menudo el desarrollo, en este caso de la mano de la urbanización desenfrenada.

Así, los tanukis de Pompoko tienen que enfrentarse a la realidad de la pérdida de su bosque, que es la parte más trágica y melancólica del largometraje. En esta historia no hay miedo de exponer temas dolorosos y complicados, como la muerte (con el atropello de mapaches o su caída en trampas) o la destrucción. Pero a pesar de la cruel realidad que muestra, lo hace con bastante tacto y sensibilidad. 

En definitiva, Pompoko nos invita a reflexionar sobre la relación entre las personas y la naturaleza, priorizando la importancia de conservar el entorno que nos rodea y haciéndonos ser conscientes del impacto de nuestras acciones en el mundo

Curiosidades y premios de La guerra de los mapaches

Pompoko fue el primer largometraje de animación en ser seleccionado para representar a Japón en los Oscar, para la categoría de Mejor película de habla no inglesa. No logró estar nominada finalmente, pero sí que influyó en la elección de otras películas posteriores para los Oscar en el país, como La princesa Mononoke, El castillo ambulante, Ponyo en el acantilado o El viaje de Chihiro, película que sí consiguió el Oscar para la Mejor película de animación. 

Aquí puedes ver todas las películas que ha producido Studio Ghibli.

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