La casa del Dragón es la precuela de la grandísima serie Juego de Tronos, que está cosechando un gran éxito, habiendo sido en su estreno la serie más vista en HBO Max (ahora Max). Tanto, que ya va por la segunda temporada y tenemos confirmación de que habrá una tercera temporada de La casa del Dragón.
En este artículo hago la crítica de la primera temporada de La casa del Dragón completa, capítulo a capítulo, tanto si la acabas de ver como si necesitas un resumen para recordar lo que pasó en la serie. Aquí tienes la explicación y resumen de la temporada 2 de La casa del Dragón.
Guion del artículo
- Crítica del episodio 1×01 «Los herederos del Dragón»
- Crítica del episodio 1×02: «El príncipe canalla» 🤴🏼
- Crítica del episodio 1×03: «El segundo de su nombre»
- Crítica del episodio 1×04: «El rey del mar Angosto»
- Crítica del episodio 1×05: «Iluminamos el camino»
- Crítica del episodio 1×06: «La princesa y la reina»
- Crítica del episodio 1×07: «Marcaderiva»
- Crítica del episodio 1×08: «El señor de las mareas»
- Crítica del episodio 1×09: «El consejo verde»
- Crítica del episodio 1×10: «La reina negra»
Crítica del episodio 1×01 «Los herederos del Dragón»
Duración: 1 hora 5 minutos.
Con el primer capítulo de La casa del Dragón en la mesa, las redes no fallaron en la repercusión que en su día tendría su antecesora Juego de Tronos, con miles y miles de fans pendientes del estreno y su visualización. 🐉
Y es que en las primeras escenas, aunque ya sabemos lo que acontecerá en el futuro a esta primera temporada, ya hemos visto los puntos fuertes que esperábamos se repitieran: rencillas entre hermanos, lucha por conseguir el trono, el control del pueblo y la ambición del poder.
En este caso difiere de su predecesora al centrarse únicamente en la familia Targaryen, que tiene el poder suficiente como para no preocuparse por el resto de familias de Poniente. Aquí los Targaryen luchan por ver quién seguirá al Rey Viserys I. Si en Juego de Tronos nos acercaron a que una mujer pudiera heredar el Trono de Hierro (Daenerys, siempre imaginaremos un final alternativo 😕), en esta ocasión el hecho de que una mujer acceda a gobernar los 7 reinos parece difícil de llevarse a cabo.
La escena a destacar de este primer episodio sin duda es la que han comparado con la boda roja, que ha desatado numerosas críticas alegando que la plataforma debería haber puesto un aviso al principio del capítulo. Para mí no está a la altura de esa gran escena de Juego de Tronos, pero tampoco puede estarlo: se trata solo del primer capítulo, no nos ha dado tiempo a encariñarnos ni a familiarizarnos con los personajes. No obstante, entiendo que quieran dar un impulso de forma tan temprana a la nueva serie, ya que venimos con las expectativas muy cargadas (no podemos compararlo con Jamie Lannister empujando a Bran Stark en la torre).
Así, el rey Viserys toma la decisión de sacrificar a su esposa para que su hijo pueda nacer sano y salvo y asegurar la continuación de su reinado (lástima que el bebé fallezca posteriormente). Otro punto fuerte que probablemente se hará notar en esta serie será el personaje de Daemon Targaryen, quien sí tiene expectativas de conseguir el Trono de Hierro. 🤴
Para finalizar el comentario de “Los herederos del Dragón”, diré que noto escenas menos explícitas en cuanto al sexo se refiere, pero habrá que ver los siguientes capítulos (ojalá sea así, para mí son escenas totalmente innecesarias en cuanto a desnudos a cámara).
Crítica del episodio 1×02: «El príncipe canalla» 🤴🏼
Duración: 53 minutos.
Había quienes esperábamos (me incluyo) que esta secuela de la gran serie de Poniente fuera más floja que su antecesora, pero ya en el segundo capítulo nos están dejando ver que no pasa nada por tener ciertas expectativas. La adaptación del libro Fuego y sangre, del escritor George R. R. Martin, que ideó la saga, vuelve a darnos buenas escenas de acción y drama. 🐉
Si el primer episodio fue algo más sosegado (quitando, por supuesto, la trágica escena del parto), ahora que ya conocemos un poco más a los personajes y nos estamos familiarizando con ellos (cuidado), la serie puede seguir adelante en sus entresijos de lucha por el poder y, claro está, por ese trono de hierro.
En “El príncipe canalla” han pasado algunos meses desde que la esposa de Viserys, Aemma Arryn, falleciera. Pero en el rey Targaryen sigue reinando (nunca mejor dicho) la tristeza por la pérdida, precisamente cuando no es momento de dejar que el paso del tiempo mejore su estado de ánimo: su salud no está del todo bien, como muestran algunas escenas, y el resto de familias poderosas del reino esperan un nuevo casamiento para perpetuar la dinastía. 👑
Así, entra más fuerte que en la primera entrega el personaje Corlys Velaryon, que ofrece a su hija Laena (extremadamente pequeña, con solo 12 años) para contraer matrimonio con él y así hacer de Poniente un reino fortalecido.
Pero no nos estaban metiendo escenas de Viserys con Alicent Hightower, la hija de la Mano, para nada. Tras potentes escenas de conversaciones y tras retomar la buena relación con su hija Rhaenyra, finalmente el rey escoge a Alicent Hightower como la futura reina (ya veíamos en el primer episodio cómo su padre le instaba a acercarse más al rey para conseguir precisamente esto).
Por otro lado, Daemon Targaryen, el hermano del rey, apuesta fuerte: se ha hecho con el control de Rocadragón y hasta robó un huevo de dragón para seguir la tradición de ponerlo en la cuna si tiene un hijo, desobedeciendo que se trata de un rito real (y que no se casará con la mujer que ya tenían pensada para él). Por suerte, Rhaenyra acaba recuperando el huevo de dragón, pero ya sabemos que Daemon no se quedará en eso. 🐲
De hecho, al final de la escena del segundo capítulo, Daemon hace acopio del título de “El príncipe canalla” y lo vemos reunido con Corlys Velaryon para unirse contra el rey.
Pero no olvidemos que aún queda mucha temporada, y Rhaenyra parece dispuesta a luchar por ser la heredera a pesar de los impedimentos en un mundo de hombres que no están dispuestos a ceder sus privilegios.
Crítica del episodio 1×03: «El segundo de su nombre»
Duración: 1 hora 3 minutos.
El capítulo comienza como habíamos abandonado el segundo episodio, con el señor Benefactor de los cangrejos, que sigue conservando su territorio contra Velaryon y Daemon (recordemos que es el hermano del rey Viserys, interpretado por Matt Smith). 🦀
Mientras tanto, en Desembarco del rey se celebra el cumpleaños de Aegon, hijo de Viserys y Alicent, y el primer varón del rey (en torno al que sigue habiendo dudas sobre si será o no el heredero). Rhaenyra se muestra molesta, como es lógico, por no tener seguro su seguimiento al trono. Y es que la Mano sigue presionando a su hija para que convenza al rey de nombrar a Aegon heredero.
El rey sigue en la postura de mantener a Rhaenyra como heredera, y el episodio 3 se centra en esta premisa. En “El segundo de su nombre”, con la celebración del segundo aniversario de Aegon, siguen la tradición de realizar una cacería. En la cacería se divisa un venado blanco, símbolo que significa la confirmación del sucesor (en este caso Aegon).
El futuro de Rhaenyra
En este episodio entramos en materia con el casamiento de Rhaenyra. Cómo no, vemos a un Lannister tratando de asegurar ese matrimonio, para lograr así el reforzamiento de su casa. 🐲
Pero Rhaenyra es un alma libre y se niega a tener un matrimonio concertado y en contra de sus sentimientos, y huye hacia el bosque real donde pasa la noche con Ser Creston. El accidente con el jabalí en el que la princesa acaba con él nos deja ver cómo no se limitará a seguir las órdenes de su padre, aun teniendo que cumplirlas por ser el rey.
Lo mejor del episodio 3
Lo más interesante de este episodio es cómo es Rhaenyra quien acaba viendo al venado blanco, y a pesar de ello decide dejarlo ir en lugar de cazarlo (hubiera sido una buena oportunidad para decir: “Eh, que estoy aquí y realmente soy yo la primogénita y quien debería heredar el trono”. Nos quedaremos con esas ganas). 🦌
Y lo más emocionante es el final, cuando Daemon decide ponerse a sí mismo como anzuelo para hacer el último intento de acabar con el señor de los cangrejos y hacerse con los Peldaños de piedra. Esto no es nada más que su honor, ya que momentos antes había recibido la carta del rey en la que manifestaba su apoyo, a pesar de las diferencias y los enfrentamientos entre ambos.
Es emocionante sobre todo por el suspense que implica la escena, que sin nada de diálogo, transcurre lenta pero rápida, con bastante tensión al pensar que será de los primeros personajes que se cargue La casa del Dragón. Pero no, es él quien se carga a Drahar y sus súbditos y, lo más importante para Daegon, sin la ayuda de su hermano Viserys.
Crítica del episodio 1×04: «El rey del mar Angosto»
Duración: 1 hora 2 minutos.
Esto empieza a coger color. En el cuarto capítulo de House of the Dragon seguimos viendo cómo la sucesión del rey Viserys en Rhaenyra, su hija, es cada vez más incierta. El pueblo llano bromea con la figura de la princesa como sucesora. Si en el tercer capítulo veíamos la insistencia del rey en encontrar un esposo para su hija, la cuarta entrega de la primera temporada empieza con Rhaenyra rechazando pretendientes.
Daemon ataca de nuevo
Daemon vuelve a Desembarco del Rey después de acabar con el Benefactor de los cangrejos. El príncipe ahora dice ser el rey del Mar Angosto, y cuando parecía que se iba a pelear con el rey, su hermano, ambos acaban haciendo las paces.
Este capítulo es interesante en lo que al personaje de Daemon se refiere. El vencedor del Mar Angosto se las ingenia para sacar a su sobrina y heredera Targayen de la fortaleza, y ambos caminan encubiertos por la ciudad de noche. Aquí es donde una de las protagonistas de La casa del Dragón ve cómo la percibe el pueblo: como ya habíamos visto en otras escenas de Juego de Tronos (qué nostalgia), un grupo de actores simulan ser los miembros de la familia real preparando un mini-teatro cómico en el que se burlan y abuchean a la princesa.
Lo sorprendente de esta trama es que Daemon y Rhaenyra acaban acercándose demasiado, pero el hermano del rey decide no continuar (probablemente por su falta de atracción hacia la princesa, ya que es más bien su afán por conseguir el poder). La Targayen acaba manteniendo relaciones sexuales con Ser Creston, su protector en la fortaleza.
Rifirrafes con Visarys
Esta escapada entre tío y sobrina acaba teniendo espías, y concretamente la mano del rey, Otto Hightower, acaba comunicando al monarca que su hija podría haber perdido la “doncellez”, precisamente con Daemon de por medio.
Rhaenyra trata de hacer ver al rey de que su Mano intenta boicotearla, y éste acaba despidiendo a su hasta ahora fiel consejero.
Nos queda esperar para ver qué pasará con la esposa del rey, Alicent Hightower, ahora que parece que no seguirá las órdenes de su padre para influenciar al rey. Y si finalmente Rhaenyra Targayen se casará con Laenor Valeryon.
Crítica del episodio 1×05: «Iluminamos el camino»
Duración: 59 minutos.
Me atrevo a decir que el capítulo 5 es uno de los mejores de la primera temporada de La casa del dragón. De los 5 vistos, sin duda es el mejor. En el quinto capítulo de esta primera temporada se celebra una boda. ¿Y qué hemos aprendido precisamente de su antecesora, Juego de Tronos, cuando hay una boda? Que hay sangre, por eso se le conoce como “la boda roja”. Pues en esta ocasión no iba a ser menos, y La casa del dragón ha querido darnos la primera celebración matrimonial sangrienta, por si nos habíamos quedado con ganas en la de Joffrey y Sansa.
Este capítulo es el más importante hasta ahora de la serie, y es que se sitúa como el mejor de los estrenados. No solo por la boda, sino por todo lo que en él acontece. Vamos por partes.
Daemon sigue su camino
Al comienzo del capítulo vemos cómo Daemon (Matt Smith) acaba con la que era su esposa, sin ningún tipo de titubeo. Su motivo era quitársela del medio para poder ir con el cuento a Rhaenyra, y así vuelve de nuevo a Desembarco del rey tras haber sido expulsado en varias ocasiones. Sin ser invitado tan siquiera a la boda, el príncipe inconformista prosigue su camino de conseguir a su sobrina (nótese el incesto).
Rhaenyra y Alicent
Pero el personaje de Daemon, aunque notable, es secundario en este capítulo, que se centra en la futura heredera y en la reina. El rey está cada vez más enfermo, y Alicent no tiene tan claro si en confiar o no en su amiga (en el capítulo 4 ya veíamos cómo le preguntaba directamente sobre su virginidad).
En el capítulo hay dos conversaciones importantes con Alicent: la de Lord Larys, donde le cuenta que el maestre le llevó un té para abortar; y la de Ser Criston, que le confiesa que ha mantenido relaciones con Rhaenyra (no han faltado las bromas en redes sociales con esta escena, ya que realmente el caballero es un poco bocazas).
Ser Criston aparece hacia el final del episodio tratando de suicidarse, momento en el que aparece Alicent (lo que hace pensar que acabará forjando una relación aliada entre ambos).
En lo que respecta a Rhaenyra, vemos cómo rechaza sin ambages a Ser Criston (y por eso éste no puede soportarlo). La futura heredera tiene bien clara su postura y su papel en este mundo, que no es otro que conseguir el Trono de Hierro. Si antes la veíamos incapaz de casarse con cualquiera, ahora no le importa conservar en secreto a su amante. Pero tras conseguir la corona, todo lo demás queda en segundo plano.
La primera boda de La casa del dragón
Con la celebración de la boda de Rhaenyra y Laenor esperaba la escena sangrienta algo más tarde, pero ya en la cena de presentación, 7 días antes del marcado evento, House of the Dragon nos da la dosis de suspense y tensión que necesitábamos.
En medio del baile, cuando Daemon se acerca a la futura novia y baila con ella, empieza el estallido. Cómo no, al principio pensaba que el culpable era el propio Daemon, y yo ya estaba en tensión pensando qué le estaba pasando a Rhaenyra, pero resultó ser (nunca mejor dicho) Ser Criston quien comenzó a atacar a Joffrey Lonmouth, amante de Laenor, hasta acabar con él.
Al final del capítulo vemos cómo el rey Viserys cae rendido en medio de la celebración de la boda (muy premeditada a causa de la violenta escena). La boda iba a tener lugar 7 días después de la celebración de la cena, pero dadas las intenciones de Daemon, vistas por Viserys, todo se precipita. Así, ya es indiscutible que al reinado de Viserys le queda poco tiempo.
Crítica del episodio 1×06: «La princesa y la reina»
Duración: 1 hora y 7 minutos.
Tras el subidón del capítulo 5 de La casa del Dragón, el mejor de la serie hasta ahora, entramos en un flojo capítulo 6 (ojo, que también son necesarios los parones para que la trama avance). En el capítulo 5 yo al menos me quedé casi convencida de que Viserys había muerto, pero no.
La enfermedad del rey es la lepra, que intenta ocultar con una máscara en la cara, y aunque realmente la edad del personaje no es tan avanzada, muestran su deterioro físico. Pero bueno, estamos en la ficción y en la realidad Viserys ya habría muerto, que los avances médicos de la época no daban para tanto.
El capítulo abre con el parto de Rhaenyra (el tercero ya), viendo desde el principio el cambio en el elenco, de la mano de Emma D’Arcy.
Los hijos bastardos
El parto de Rhaenyra hace de telón de entrada para entender cómo han ido las cosas en el salto de tiempo de un capítulo a otro. Aunque Viserys sigue en pie y Alicent continúa siendo la reina consorte, la relación entre ésta y la princesa Rhaenyra cae en declive por momentos.
Alicent exige ver al nuevo niño de quien antaño fue su mejor amiga, y Rhaenyra no quiere darle el gusto de que se lo lleven a solas, por lo que es ella misma, quien acaba de parir y continúa sangrando, quien lleva a su hijo a los aposentos de la reina.
Los murmullos y sospechas no escapan a la Fortaleza Roja, y los miembros de la familia real saben que los hijos no pertenecen a Laenor, el marido de Rhaenyra. El rey es el único que parece no ver lo que tiene de frente, pues son los únicos niños que no son rubios, y casualmente se parecen mucho a Ser Harwin, protector de la princesa (mismo color de pelo y mismos rizos, buen trabajo de reparto).
Nueva generación en la familia Targaryen
Otro de los puntos clave del episodio es que empezamos a conocer a los sucesores de la familia Targaryen, cuyo papel es primordial para conservar el Trono de Hierro (y que sin hacer spoiler, se ve muy claramente en el capítulo 7).
Seguimos con los rumores de los hijos bastardos, ya que, en los entrenamientos a los hijos de Viserys y Rhaenyra, Ser Criston Cole y Harwin se enzarzan en medio de comentarios sobre si él es el verdadero padre.
Cuidado con Lord Larys Strong
También entra más fuerte en este episodio de la serie el personaje de Lord Larys Strong, hijo de la Mano y hermano de Harwin, quien se va acercando a la reina Alicent con la excusa de difundir los rumores de los bastardos y beneficiarla, pero quien tiene otras intenciones.
El final del capítulo 6 acaba con el incendio de Harrenhal, que pone fin a la familia Strong, quedando tan solo Larys como sucesor de las tierras (objetivo que tenía al provocar el “accidente”). Habrá que observar bien los movimientos de Larys, que parece que quiere ser una especie de meñique en Juego de Tronos.
Crítica del episodio 1×07: «Marcaderiva»
Duración: 58 minutos.
Salimos de la flojera del capítulo 6 y entramos en un oscuro capítulo 7 (enseguida entenderás por qué lo digo jajaja). Poco a poco vamos conociendo más sobre las figuras que sucederán al Trono de Hierro, y en este episodio 7 entramos de lleno con cada uno de los niños y adolescentes de Viserys-Alicent y “Laenor”-Rhaenyra.
Y es que la lucha entre Rhaenyra y Alicent para conseguir el poder del trono es cada vez más intensa, sobre todo cuando vemos a esta última atacar a la futura reina con un cuchillo. Alicent va abandonando poco a poco el decoro propio de la esfera real y el acatamiento de las órdenes de su propio rey, cuando pide que arrebaten un ojo a un hijo de Rhaenyra tras haber perdido uno su propio hijo.
Volvemos a ver dragones, cuyos vuelos y rugidos siguen poniéndonos en alerta en la pantalla (a veces creo que hasta los propios guionistas y realizadores son conscientes de que tienen que ir dosificando las escenas más estrictamente políticas, y evadirnos un poco con algunos minutos de vuelo de dragón).
La oscuridad del episodio
La principal crítica al capítulo 7 viene con la falta de brillo en algunas escenas, sobre todo las ambientadas en la tarde-noche. Ni subiendo el brillo del móvil al completo (empecé por pensar que ya era hora de cambiar de teléfono) lograba ver bien algunas escenas.
Por suerte entré en Twitter y no era la única, y son cientos los fans que se han quejado de la falta de nitidez de algunas escenas, como la escena sexual de Rhaenyra y Daemon o la lucha de Aegon Targaryen por apropiarse de la dragona de la difunta Laena Velaryon. Es tanta la realidad que quieren darle a House of the Dragon que a veces se pasan, aunque HBO Max intente dar la excusa de que es una decisión creativa adrede.
Lucha entre familias
En La casa del Dragón no podía faltar, como en Juego de Tronos, la lucha por asegurar el poder, y una de las escenas más fuertes es, además de la ya mencionada lucha entre Alicent y Rhaenyra, la pelea entre los sucesores del rey, hijos y nietos.
Pero en estas luchas no hubo que lamentar la muerte de ningún personaje, y qué sería de la serie sin matar a alguien en algún capítulo. En esta ocasión le toca a Laenor Velaryon, hijo de Corlys y Rhaenys (de esta última se lamenta que no llegar a tener la corona). Laenor cae para que Rhaenyra pueda proteger a sus hijos de los rumores de ser bastardos, y por el deseo de casarse con su tío (ejem, incesto) Daemon, para así perpetuar a la familia Targaryen.
Para ello, Daemon se alía con el amante del propio Laenor y así acabar con él, pero al final del capítulo 7 vemos el propio rostro de Laenor, que está vivo, y huyendo con su amor prohibido y supuesto asesino. Atentas/os, que esto traerá sus consecuencias, ya que Laenor estaba dispuesto a abandonar sus líos amorosos para estar más cerca de Rhaenyra, quien lo ha traicionado a sangre fría.
Un capítulo más vemos que La casa del Dragón no es para nada una copia de Juego de Tronos. Tiene su propia historia y sabe cómo engancharnos, lo cual es de agradecer por no limitarse a copiar los grandes escenarios y centrarse, como serie aparte que es, en la propia familia Targaryen.
Crítica del episodio 1×08: «El señor de las mareas»
Duración: 1 hora y 7 minutos.
Si hasta ahora La casa del Dragón se centra principalmente en la familia Targaryen y en la sucesión al Trono de Hierro, el capítulo 8 nos lleva concretamente a quién heredará la casa Velaryon. Así, el episodio 8 comienza abordando el estado delicado de la Serpiente Marina, Corlys Velaryon, a quien han herido en Marcaderiva. El capítulo “El señor de las mareas” se centra precisamente en eso, quién sucederá a Corlys.
El primero en postularse es Vaemond, su hermano, quien defiende que posee la auténtica sangre Velaryon, a diferencia de los hijos bastardos de Rhaenyra, al mismo tiempo de acusarla de planificar el asesinato de Laenor.
Los cambios en Desembarco del Rey
Desembarco del Rey está muy cambiado. El estado del rey Viserys es extremadamente delicado y su mujer, Alicent, y la Mano y padre de Alicent, Otto, actúan en su lugar. El rey sobrevive a base de tés, brebajes de leche de amapola y todo cuanto puede para calmar el dolor, por lo que está más bien aturdido.
Así, Rhaenyra y Daemon se dan cuenta del control de la reina, y las tensiones entre ambos lados de la familia se palpan en la pantalla.
Pero el rey finalmente coge algo de fuerza y raciocinio (gracias a evitar la leche de amapola) y consigue poner fin a las tensiones de la familia, sobre todo entre la reina y la princesa. Esa cena que empieza bien, acaba con los adolescentes Targaryen en los inicios de sus peleas (parece que están acostumbrándose para cuando tengan que pelear por el Trono de Hierro).
Personaje aparte es el avance de Aegon, cuya conducta misógina y ansiosa de poder se hace ver cuando viola a una de sus criadas y no le da la mayor importancia.
La escena improvisada
En este capítulo hay una escena que se improvisó en el rodaje, durante la llegada de Viserys hacia el Trono de Hierro mientras se discute la sucesión de Marcaderiva. Cuando sube las escaleras, se le cae la corona y Daemon se la entrega y lo ayuda a subir.
Pues bien, aquello no estaba preparado, y cuando durante el rodaje se le cae a Paddy Considine (Viserys) la corona, Matt Smith (Daemon) se la recogió y se la dio, cosa que valoró la directora Geeta Patel para conservarlo en la serie.
Profecía de la Canción de Hielo y Fuego
Al final del capítulo vemos cómo el rey Viserys se encuentra en sus últimos momentos, y dice que la profecía que tuviera Aegon el conquistador, la Canción de Hielo y Fuego, en la que los Siete Reinos necesitarán unirse contra la oscuridad, es cierta. En presencia de Alicent, a quien el rey confunde con su hija Rhaenyra, le confirma que efectivamente ella es la princesa que heredará el trono y contribuirá a la unión de los reinos.
Pero Alicent toma aquello como que Aegon, su hijo, es el verdadero príncipe que disputará el Trono de Hierro. El guiño de este capítulo a Juego de Tronos es evidente, aunque ya sabemos el desenlace con Daenerys Targaryen y Jon snow.
Ahora viene lo bueno. Con la muerte de Viserys, ya sí que estamos en el desenlace final de la sucesión del rey. Que dancen los dragones.
Crítica del episodio 1×09: «El consejo verde»
Duración: 57 minutos.
A falta de un capítulo para terminar la primera temporada, el capítulo 9 se va acercando a la guerra civil de la familia Targaryen, llamada la Danza de los Dragones. Se trata del conflicto sobre quién sucederá al trono, si Rhaenyra o Aegon. Con la muerte de Viserys, “El consejo verde” entra en acción para conseguir sus pretensiones. Para poder entender este juego de colores, los “Negros” serían los partidarios de Rhaenyra y los “Verdes” los de Aegon, hijo de Alicent y el difunto rey.
Así, con Viserys fuera del tablero y Alicent empeñada en que la última voluntad que expresó su marido era que su primogénito fuese quien heredara el Trono de Hierro, el consejo se prepara para llevar a cabo su plan, que descubrimos llevaba poniéndose en marcha en las sombras desde hace tiempo, de la mano de la Mano del Rey, padre de Alicent.
En el Consejo todo es bastante autoritario: Criston Cole asesina al único que se atreve a protestar sobre aquello y de ahí no salen hasta quedar todo zanjado, es decir, que quede claro que la única salida es que Aegon lleve la corona.
La indiscutible sucesión de Aegon
Aegon no es que sea el candidato perfecto para llegar a ser rey, ya que se escapa de los guardias que lo protegen, tiene gustos demasiado macabros e inmorales y tampoco tiene muchas ganas de guardar la compostura y ocupar dicha posición.
Pero Alicent (y su padre) está empeñada en ver a su hijo como rey, a pesar de que tiene un momento de debilidad al pensar en su antigua amiga desde la infancia, Rhaenyra, y el rechazo a acabar con su vida, como sugería el Consejo.
En La casa del Dragón aparecen otros personajes que aspiran a ser los conspiradores y controladores que en su día tuviéramos en Juego de Tronos, como Gusano Blanco o Lord Larys, que curiosamente juegan un papel crucial en el devenir de los siete reinos (si no es por Gusano Blanco, que tenía secuestrado a Aegon y decide no matarlo, el destino hubiera sido bien diferente).
¿Resistencia a favor de Rhaenyra?
El final recupera algo de tensión, que ya necesitábamos en los últimos capítulos de esta temporada, con Rhaenys al lomo de su dragón arrasando con todo. Se para al llegar a la familia real, que queda como un buen aviso de que el reinado de Aegon no será fácil, y que los detractores que apoyan a Rhaenyra siguen ahí.
Nos queda por delante el capítulo 10, último de la temporada, donde esperamos la continuación de esta guerra civil de la Danza de los Dragones. No hay spoilers que valgan del desenlace, ya que es una precuela en la que ya se sabe lo que pasará, pero por si no lo sabes, dejo que lo vivas como el final de Juego de Tronos.
Crítica del episodio 1×10: «La reina negra»
Duración: 59 minutos.
Con la muerte de Viserys y la coronación de Aegon en el capítulo 9, entramos en un capítulo 10 lleno de tensión entre los “negros”, a favor del reinado de Rhaenyra, y los “verdes”, partidarios de la sucesión de Aegon. El capítulo 10 es una especie de continuación del capítulo 9, ya que sabemos de la muerte dle rey Viserys desde el episodio 8, y en estos dos últimos hemos ido viendo las causas de la guerra civil entre ambas facciones, como si de un temario de historia se tratase.
En la última entrega de la temporada 1 de La casa del Dragón viajamos de Desembarco del Rey a Rocadragón, donde Rhaenyra recibe la noticia del fallecimiento de su padre de la mano de Rhaenys, que huyó de la fortaleza sin quemar con su dragón a la traidora familia, aun teniendo la oportunidad.
Rhaenyra pierde a la criatura que estaba esperando y sufre un aborto repentino, mientras vemos imágenes de dragones entre sus gritos de sufrimiento.
Reuniendo aliados
Es en pleno funeral del niño de Rhaenyra y Daemon cuando un capa blanca (defensor de la corona real) llega y ofrece la corona a la que estaba destinada ser heredera. Todos se arrodillan y empieza a maquinarse la preparación de la guerra contra el, digamos, autoproclamado por su abuelo y madre, rey Aegon.
Entra en este episodio también el herido Corlys Velaryon, quien muestra su apoyo a la causa con su flota para dejar aislado Desembarco del rey.
La reina Rhaenyra (que se note que yo voy con los negros) no es partidaria de empezar una masacre de personas inocentes, por lo que prefiere esperar a planear todo como es debido. Tanto es así que cuando Otto Hightower llega para negociar su rendición a cambio de Rocadragón, Rhaenyra para a los suyos de asesinarlo (Otto le entrega un recuerdo de su amistad con Alicent).
Mantener la paz en los Siete Reinos
Rhaenyra deja claro que su objetivo no es la ambición de conseguir el Trono de Hierro, sino que, al igual que su padre, su principal deber es conservar la paz. Esto lo lleva a enfrentamientos con su propio marido, Daemon, quien intenta estrangularla cuando ella le cuenta la profecía de la Canción de Hielo y Fuego.
Final de la primera temporada
Así llegamos al final de la primera temporada de La casa del dragón, en el que Rhaenyra permite a sus hijos ir en sus dragones como mensajeros para pedir la unión de otras familias importantes de los Siete Reinos.
Lucerys Targaryen tiene como misión solicitar el apoyo de Borros Baratheon, pero Aemond acaba adelantándose y se encara a él pidiéndole que se arranque un ojo, como venganza por haber perdido el suyo en su infancia. El líder Baratheon evita la lucha en la corte, pero asistimos a una pelea entre dragones en el cielo cuando el muchacho inicia su viaje de vuelta.
El gran dragón Vhagar, que consiguió Aemond, acaba con Arrax, que porta Lucerys, terminando así con la vida del príncipe e hijo de Rhaenyra. Es la primera guerra entre dragones que vemos, pues acaban ignorando las órdenes de sus jinetes.
En el plano final de la serie vemos cómo Rhaenyra se entera de la noticia por Daemon, y hace un giro de cámara con la rabia en su rostro. Nos espera pues una segunda temporada llena de venganza y lucha por el Trono de Hierro. Buen comienzo de la sucesora de Juego de Tronos.
Periodista. Cinéfila que no puede dejar de decir «brutal» cuando alucina con una película, generalmente de esas que dicen que son raras. 📽️