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Crítica de Mantícora (Carlos Vermut): los monstruos de la vida real

Mantícora es la última película del director español Carlos Vermut, estrenada a finales de 2022. Aquí recopilamos todas las películas de Carlos Vermut, por si quieres echar un vistazo. Personalmente es uno de mis directores favoritos (aunque una vez conocidos los casos de abuso sexual a varias mujeres me ha cambiado la visión de sus películas), junto a Giórgos Lánthimos.

Inciso importante antes de comenzar el artículo: el director Carlos Vermut ha sido acusado por tres mujeres con las que ha trabajado de violencia y agresión sexual, acciones que en Cineando condenamos rotundamente.

Sinopsis

Julián es un famoso profesional de la modelación de videojuegos, con un oscuro secreto a sus espaldas. Un día conoce a Diana, con quien intentará una nueva oportunidad de ser feliz. 

Crítica de Mantícora

Alerta spoiler: si no has visto la película Mantícora, puedes tragarte algún spoiler a continuación.

Carlos Vermut, el director de esta tensa e incómoda película, dijo que Mantícora es una “historia sobre amor y monstruos en los tiempos modernos”. Y es que tras conocer al personaje protagonista, Julián (una interpretación muy trabajada y conseguida por Nacho Sánchez), entramos en una especie de empatía con la que tomamos conflicto a medida que llega el final del filme y entendemos qué esconde realmente. 

De la mano de Zoe Stein (Diana en el largometraje) vamos conociendo a la persona que es monstruo, que oculta su verdadera cara y que se muestra abierto a los demás. 

De nuevo, en palabras de Vermut, la película Mantícora “habla de un monstruo real, de los que viven entre nosotros y que te puedes encontrar en el metro o en la cola de la panadería. Habla de su necesidad de amar y ser amado”. Y no hay nada que dé más miedo en el guion de terror psicológico que ha montado el director que el medio cotidiano de saber que puedes estar al lado de un monstruo así en la fila de una tienda o esperando para cruzar un semáforo.

Quién iba a decir que él mismo, el director, era uno de esos monstruos del medio cotidiano, ¿verdad?

Es con lo que trabaja Carlos Vermut en la película para dar forma al personaje: esa aparente normalidad de Julián, quien trabaja demasiadas horas, sufre de ansiedad y estrés y conoce a una chica que le gusta y termina haciendo planes con ella. A medida que avanza la película todo es normal, no hay nada raro salvo en la forma de ser del protagonista, a quien vemos bastante parado y pensativo, pero en ningún momento se me ocurrió pensar que fuese por alguna cosa turbia como descubrimos finalmente. 

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Escena de la película de Carlos Vermut, Mantícora (2022), con Nacho Sánchez.

No hacen falta efecto especiales

Lo bueno de esta película que podría ser catalogada perfectamente de horror, es que no ha hecho falta ni un solo efecto especial para dejarnos con la boca abierta y tenernos en tensión. Carlos Vermut, en sus 4 películas de filmografía, consigue una vez más poner en pantalla lo más turbio de la sociedad sin nada más que una cámara y un elenco de actores

Mantícora es una película dura de ver, que habla de monstruos pero de carne y hueso, que al final son los que dan miedo de verdad. Personalmente soy muy fan de las películas de terror psicológico y de thriller cotidiano, me revuelven más las tripas que un fantasma o sangre por todas partes. 

¿Qué es la mantícora y qué significado tiene en la película?

La mantícora es un personaje de la mitología, que tiene la peculiaridad de ser una especie de quimera (monstruo híbrido) con la mezcla de cuerpo de león, cabeza humana y cola de dragón o escorpión

Guardando relación con la película, el niño con quien Julián intenta entablar una relación para aprovecharse de él dibuja una mantícora con la cara del protagonista. La explicación de esto es que guarda mucho significado visual de cómo lo percibe el niño (cuerpo de león y cabeza humana, como una cara dulce por fuera pero una bestia por dentro). 

Mantícora: final explicado

La película puede parecer lenta al principio, ya que vamos conociendo a los dos personajes protagonistas lentamente. Una lentitud que sirve en cierto modo de analgésico para prepararnos sobre lo que vendrá después. 

Sobre si en la película se romantiza a la pederastia, es para darle una vuelta. Lo cierto es que Vermut quiere presentarnos a Julián como una persona normal, capaz de sentir amor y ser totalmente natural con el resto de personas, y es extraño cómo la película intenta generar cierta empatía al personaje. 

Cuando llegamos al final los espectadores odiamos al protagonista, nos repugna, nos da asco como a Diana. La empatía que creíamos tener desaparece por completo cuando vemos cómo maquina todo para drogar al niño, y sin duda vemos al monstruo que quiere mostrarnos Vermut tras toda esa capa de aparente cotidianeidad

Ojo, que la empatía desaparezca no quiere decir que reflexionemos sobre la posible oportunidad de Julián en la vida, como intenta plantear la película al final con esa reconciliación de Diana, otro ser en busca de amor tras la pérdida de su inseparable padre, a quien no podía dejar de prestar atención. 

Podemos entender la angustia de Julián cuando su novia lo deja y no quiere saber nada de él, pero entendemos que un monstruo así no puede estar suelto por la sociedad. El director de Magical girl ha logrado de nuevo removernos la conciencia e incomodar en la gran pantalla sin grandes efectos, al contrario, todo lo más natural posible con un primer plano rodado de seguido en el que, aunque no llegue a producirse nada, nos deja con un buen nudo en la garganta. 

Te recomiendo ver esta entrevista que dio en El Cine en la SER:

Y también la entrevista a Nacho Sánchez, actor que interpreta a Julián:

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